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Viernes, Julio 12, 2024

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de México anuncia la expansión de un sistema digital de monitoreo del uso de agua y fertilizantes en el sector agrícola, con el objetivo de promover prácticas sostenibles y reducir la huella hídrica. El secretario, Víctor Manuel Villalobos Arámbula, presenta este plan piloto como parte de las medidas para enfrentar el cambio climático, destacando la importancia de la agricultura como solución y su participación relevante en la COP 28.

En su regreso de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático COP 28, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural anunció la expansión de un innovador sistema digital de monitoreo y evaluación del uso de agua y fertilizantes en la agricultura mexicana. Este proyecto, que comenzó como un plan piloto en el Distrito de Riego 020 en Michoacán, se propone fomentar la producción sostenible de alimentos.

Actualmente, el sistema opera en 30.000 hectáreas pertenecientes a 4.000 productores, y para 2024 se planea implementar en Sinaloa y otras entidades del país. La iniciativa busca dar un salto tecnológico mediante el uso de tecnologías de la información para mejorar la eficiencia en el uso del agua y garantizar el manejo adecuado de fertilizantes a través del monitoreo y análisis de suelos.

La iniciativa busca dar un salto tecnológico mediante el uso de tecnologías de la información para mejorar la eficiencia en el uso del agua

El secretario Villalobos destacó que el objetivo principal es reducir la huella hídrica, considerando no solo la cantidad de toneladas de alimentos producidas por hectárea, sino también la cantidad de agua utilizada y la posibilidad de reducir su consumo. Además, el plan incluye estrategias para el manejo sostenible del suelo, promoviendo la incorporación de microflora y microfauna para mejorar la absorción de nutrientes y desalentar las prácticas perjudiciales como la quema de rastrojo.

Durante su participación en la COP 28, Villalobos resaltó la relevancia de la agricultura como parte de la solución al cambio climático. Por primera vez, este sector tuvo un espacio destacado en la cumbre mundial, reconociendo su capacidad para contribuir al secuestro de carbono, esencial para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero. El secretario también reconoció la necesidad urgente de reducir el consumo de agua en el sector agrícola, que actualmente representa el 75% del volumen total utilizado en México. Propuso mejorar la infraestructura hidráulica y la tecnología, sugiriendo acciones como el revestimiento de canales con concreto y la tuberización del agua de riego.

México, como el sexto país con más superficie irrigada en el mundo, enfrenta el desafío de reducir el desperdicio de agua, que alcanza el 40%. Villalobos advirtió sobre la sobreexplotación de los mantos freáticos, colocando al país como el cuarto mayor extractor de agua del subsuelo, después de China, Estados Unidos e Indonesia.

El secretario concluyó destacando la necesidad de modernizar las leyes y revisar subsidios, mientras subraya que la tecnología es clave para abordar la crisis hídrica. Se trabaja en diversas iniciativas, como la desalinización del agua en el distrito de riego de San Quintín, Baja California, aunque se enfrentan desafíos relacionados con la disposición de la sal resultante.

En última instancia, Villalobos enfatizó la importancia de la integración del mercado agropecuario entre México, Estados Unidos y Canadá, destacando la responsabilidad compartida de ser una proveeduría esencial para la alimentación mundial y abogando por un enfoque humanista en la gestión de recursos.



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